La sostenibilidad medioambiental se ha convertido en una prioridad absoluta para cualquier entidad que quiera considerarse plenamente responsable de su producción industrial. La Agenda 2030 https://sdgs.un.org/2030 agenda ha fijado unos objetivos que no pueden posponerse más. Por el contrario, para garantizar un futuro mejor, todos deberíamos intentar anticiparnos a los mismos.

También está claro que no existe una fórmula mágica para todos los ámbitos. El camino se compone de muchas acciones individuales diarias, grandes y pequeñas, que actúan en cada fase de los procesos de producción.

Por eso, hace tiempo, Giordano Poultry Plast inició un análisis minucioso y detallado de sus actividades, que llevó a optimizar las acciones y los procesos, haciéndolos más eficaces desde el punto de vista técnico, más rápidos y más eficientes desde el punto de vista energético. En definitiva, con un menor impacto medioambiental.

A la hora de seleccionar los materiales, la elección de la calidad era prioritaria. Empezando por las materias primas utilizadas: con la introducción de materiales no fósiles en la base de plástico y otros componentes tecnológicos, todos ellos «en contacto con los alimentos» aprobados, junto con el uso de tintes certificados sin metales pesados.

Las prensas más antiguas se fueron sustituyendo progresivamente por modelos de nueva generación, lo que permitió reducir considerablemente el consumo de energía, que se había disparado durante algún tiempo debido al elevado coste de la energía. Para gestionar mejor su consumo, Giordano ha optado por la autosuficiencia energética, creando su propia central eléctrica en su planta de Caraglio (Italia). Se alimenta de combustibles no fósiles (grasa vegetal o animal), que también se producen en Italia, para reducir la contaminación asociada al transporte por carretera.

El aumento de la eficiencia de la planta ha llevado a una serie de reducciones adicionales de las emisiones: desde el sonido hasta las aguas residuales. Esta última, en gran medida, utilizando el circuito cerrado.

La combinación de estos cambios ha dado lugar a una importante mejora del entorno de trabajo, lo que ha beneficiado la calidad de vida de todo el personal.

No se trata simplemente de una inversión a medio y largo plazo, sino de compartir una «cultura» empresarial y abrazar realmente el principio de que la sostenibilidad de las actividades industriales es parte esencial de «una Agenda para el planeta, que es nuestra casa común», como declaró Ban Ki Moon, Secretario General de la ONU, en el momento de su presentación.